El sérum es una Esencia de agua hidratante que funciona como   tratamiento cosmético ultra potente que se aplica dos veces al día sobre rostro, cuello y escote. Su alta concentración de activos multiplica la eficacia respecto al resto de productos hidratantes, por lo que un par de gotas son suficientes para que penetre sobre tu piel y la repare. Además, tiene una textura ultraligera que se absorbe con rapidez sin dejar sensación grasa o pegajosa.
Antes de aplicar el serum facial, asegúrate de que tu piel esté bien preparada. Limpia la piel de la cara con tu agua micelar favorita y luego exfoliar si es necesario. Esto ayuda a preparar tu piel y a eliminar cualquier acumulación o desechos que puedan dificultar la absorción de tu serum. Así conseguirás que el serum facial penetre mejor en la dermis para comenzar a curar tu piel desde dentro. Después de limpiar y humedecer su piel, es hora de aplicar el producto superestrella que nos proporciona los auténticos resultados, el serum facial. Después de aplicar completamente el serum con la punta de los dedos o las palmas de las manos, espera 5 minutos para que la piel de tu cara absorba el producto completamente. La crema hidratante es el paso final y el toque final que ayuda a sellar el serum y a fijar los nutrientes.